Hace pocos días asistí a un magnífico seminario titulado “Industria Musical para Emprendedores” en los estudios Mans-Paideia de La Coruña. A lo largo de los dos días previstos, tuvimos la suerte de poder conocer los diferentes puntos de vista de profesionales del sector sobre el ambiente general del gremio musical actual a través de pequeñas ponencias que, la verdad, han sido fabulosas! En ellas, repasamos los distintos puntos claves a tener en cuenta para poder moverse en sentido de la corriente y así, poder fluir con el río, ya que, si algo está claro señores, es que ahora más que nunca es p-r-i-m-o-r-d-i-a-l tener capacidad de adaptación y ser abiertos a las nuevas formas de navegar.

Estamos en la era de la comunicación, del compartir, del mostrarse y de opinar. Casi todos tenemos nuestra propia página web (y con ella me refiero a un perfil en Facebook ya que, no nos engañemos, esto es lo que es), prácticamente todos dedicamos e invertimos horas cada semana en estar al día del mundo a través de nuestros “periódicos” personales y personalizados que son las redes sociales (eso sí, aplicando los correspondientes y necesarios filtros de interés a toda la información que hay...). Claro que tenemos la opción de no formar parte de este juego, de no entrar en esa ola de pantalla tras pantalla, pero también podemos decidir aprender las reglas del mismo y apostar para ganar, y para mi ganar no es más que ser uno mismo... Es importante, en mi opinión, no olvidar que lo que publicamos con el mundo entero a través de nuestros perfiles, es un mero reflejo de nuestra persona, y eso, es algo que hay que entender y tener muy presente a la hora de plantearse postear una u otra información, ya que puede ser un arma de doble filo si no se es consciente de ello. Por supuesto partimos de la base de que todos somos libres, pero si algo quisiera compartir con este texto, es el consejo de que seamos también inteligentes a la hora de seleccionar lo que vamos a mostrar de nosotros mismos (entendamos bien -y esta es la clave del asunto- que en esta nueva era social, cada perfil, nuestros Yos cibernéticos, se convierten en una marca que dice y hace tales cosas, que comparte tal o tal información, artículo o imagen, que apoya tal y tal causa, etc...) Se que suena crudo y hasta frío, pero creedme, es un planteamiento imprescindible para entender y conocer el curso del río y no perder fuerzas nadando a contracorriente. Animo al lector a que reflexione sobre ello y sobre lo que realmente desea mostrar a través de su identidad al público que le mira, le sigue, al que inspira y al que de alguna manera hasta guía.

En resumen, y para ello tomaré prestada una sencilla pero gran frase de Mahatma Gandhi que a mi gusto lo dice todo, “TU VIDA ES TU MENSAJE”... Dediquemos unos instantes a indagar en nosotros mismos sobre el mensaje que queremos aportar a este mundo, en esta vida, en este preciso instante. Seamos conscientes de lo que decimos, de cómo lo decimos, de lo que hacemos y de cómo lo hacemos. Busquémonos, encontrémonos!

Mucho ha sido lo que aprendí en el seminario de la semana pasada, pero sobre todo, lo que más reforcé fue el saber de la necesidad de conocer el mundo en el que vivimos para simplemente poder movernos mejor en él. Ojito, que las nuevas generaciones llegan fuertes y muy conscientes...