Como dicen los Maestros,“...todo te será claro en su debido tiempo...”. Respiro, siento, me dejo fluir y al fin recibo. Recibo los pasos a seguir, las palabras a decir. Recibo el camino a construir. Construyo mi camino.

Siento y veo. Veo y vibro.

Intuición, mi motivación, mi fuerza diaria, la que me lleva a lo que profundamente deseo, con lo que intensamente vibro.

Deseo, siento y veo. Veo y vibro. Vibro, vivo!

Porque vivir es estar vivo, porque fluir es ser río, porque el río siempre llega al mar. Porque el mar es agua, y agua es vida.

Porque vivir es estar vivo...

El mar es naturaleza, y naturaleza es equilibrio.

Equilibrio, mi lema eterno, mi luz en este camino. Camino que construyo día a día, paso a paso, siempre guiada, siempre receptiva.

Porque la luz muestra, y ver es aprender.

Aprendo y avanzo, paso a paso.

Luz es luna, luna es luz. Luz que ilumina en la oscuridad, la que muestra con sinceridad. Oh Luna, bella Luna, ilumíname siempre, aún en mi oscuridad.

Porque la luz es eterna, y nosotros somos luz.

“...cada persona posee en su pecho un luminoso diamante con mil facetas puras y brillantes. Ese diamante es perfecto. La única diferencia entre las personas es el número de facetas que han limpiado...”. Yo siento calor en mi pecho, siento vida en él. Veo colores, veo luz. Cada vez siento más luz. Siento que en esta vida puedo brillar, puedo avanzar. Avanzo, consciente y presente. Brillo, tal diamante a la luz de la luna. Para eso estoy aquí, para eso estamos aquí.

Y como dicen los Maestros, “...todo te será claro en su debido tiempo...”.